martes, 17 de agosto de 2010

"La verdad solo tiene un camino"

¡Cuánto me jode haber tenido razón! Y me jode porque el tiempo, que es el encargado de poner a cada uno en su sitio, ha sido quien ha demostrado que mis quejas y denuncias públicas a la gestión de José Antonio Navarro y Jesús Giménez no eran fruto del capricho o de una enemistad porque el señor Giménez me cayera mal (que dicho sea de paso, no me cae mal, me cae fatal). Y me jode haber tenido razón porque su pésima gestión ha sido un mal para el club, para mi club.

Me molesta de sobremanera que durante los dos últimos años hayan destrozado un club que había levantado, en sus primeros años de gestión, el propio José Antonio Navarro. Al César lo que es del César. Públicamente se le reconoció tal heroicidad, pero públicamente se le criticó su carácter presidencialista en sus últimos años al frente del club. Sus decisiones, entre ellas las de contar con Jesús Giménez, casi nos llevan a la más absoluta de las ruinas.

Se me vienen a la mente miles y miles de comentarios, frases, ruedas de prensa, “chascarrillos” que tanto Navarro como Giménez nos dedicaron a los socios y que al final se están volviendo contra ellos.

En esta vida, cada uno tiene que ser esclavo de sus palabras. Y consecuente con sus actos. ¡Vamos! Que a lo hecho ¡pecho! Sin más. Si tanto queríamos al club, no entiendo tanto interés por ocultar información, por esconder información a los socios y, peor aún, a los directivos que llegaron a perder la objetividad por defenderle. No se lo merecían. Los mismos que se enzarzaron, enfadaron y enrabietaron cuando advertí su escasa importancia dentro de la junta, ahora miran con resignación como han sido víctima de un encantador de serpientes que, durante mucho tiempo, ha conseguido engañar… a casi todos. Repito: ni los directivos ni los socios se merecían tanto engaño.

Como nadie se merecía haber contado dentro del club con los servicios de Jesús Giménez. De sobra era conocida su fama tras llegar de tierras murcianas. Lo que pasa es que, lamentablemente, si se dicen ciertas cosas, no quieres al club. Pero, al final, la verdad solo tiene un camino, aunque se quieran dar mil vueltas para ocultarlo.

Tanto amor y cariño que se profesaba al club… ¿Dónde están ahora? Tanto trabajar sin contrato y tanto anunciar que cuando llegue el momento, “me iré sin hacer ruido”… ¿Dónde están ahora? Tanto defender una profesionalidad y una gestión limpia y trasparente… ¿Dónde están ahora? Resulta que hemos pasado de “no tener contrato” a presentar dos o tres… ¿Cómo se explica eso?

Ahora es el momento de pedir explicaciones de una vez por todas al que fuera presidente, José Antonio Navarro. Es su hora. Toca dar explicaciones aunque su credibilidad sea nula. Porque ha pasado de ser héroe a ser villano. Pero sólo porque él así lo ha querido. Mal asesorado, ha acabado sucumbiendo al ostracismo. Ha acabado hincando la rodilla aunque él no lo reconozca. Se habrá dado cuenta, muy a su pesar, que hay vida para el CD Puertollano después de él.

Todo es cuestión de utilizar el sentido común, el respeto por el trabajo de los demás, y la humildad. Términos con los que empezó Navarro su gestión pero que se fueron diluyendo en el camino para dar paso al gasto sin control, a la crítica hacia los demás para que se mirara en la dirección equivocada y al orgullo. Claves para el fracaso financiero que ha acabado por dilapidar su carrera presidencialista.

Tras la rueda de prensa que hoy daba el club, tan solo Navarro tiene la llave para poner punto y final al tortuoso camino emprendido por el “profesional” Jesús Giménez en los despachos. Nefasta ha sido su gestión al frente de la secretaría general, dirección general o tesorería (porque el murciano lo abarcaba todo). No haga más daño, acepte lo que le han ofrecido (que en mi opinión ni se lo merece) y váyase lejos. A otro equipo donde pueda hacer las cosas bien. Porque a ese próximo club solo le deseo que le vaya genial, pero por favor, utilice allá donde vaya el manual de “lo que no se debe hacer” y préndale fuego al de: “cómo hundir un club y engañar a una ciudad entera”. Espero que la experiencia adquirida le enseñe de cara al futuro, porque sino: “que Dios pille confesado al club para el cual trabaje en el futuro”, que por cierto, buen curriculum y fama no le acompañan. Por algo será.

Por último, quiero aprovechar este blog para pedir disculpas al directivo Juan Carlos, porque ha sido él quien ha dado la cara cuando hemos hablado de temas del pasado. Y quizá me he pasado en mis apreciaciones, o he sido demasiado repetitivo. Gracias por dar la cara aunque ciertos comentarios publicados últimamente no hayan sido de su agrado (que como ve, también me he enterado). Hablando se entiende la gente. Por lo menos usted, ha dado la cara ante mí. Otros aún siguen escondidos bajo su orgullo.

"Cuestión de dignidad"

Desde que Fernando Sánchez Mora se hiciera cargo del club, la historia del fútbol en Puertollano sufriría un cambio. Un cambio de imagen, de escudo, de nombre… un cerrojazo a dos últimos años para olvidar y una puerta abierta hacia un futuro mejor.

Me gusta mucho utilizar eso de “el tiempo da y quita razones”. ¡Qué verdad tan verdadera! He sido criticado y se ha puesto en duda mi credibilidad. Y reconozco que eso me ha llegado a poner de “una mala leche” impresionante. Fui crítico con ese presidente de “gestión intachable” que llegó, como buen encantador de serpientes, a manejar las mentes de todos aquellos que le rodeaban hasta el punto de ponernos como “parte culpable” de los males del club. Al final, el tiempo ha sido quien ha dado y quitado razones. Y porque se ha decidido, con buen criterio desde mi punto de vista, no airear (de momento) nada del pasado.

También se me criticó notablemente mi “persecución” hacia el trabajo del peso pesado de la entidad. El ilustre personaje se jactó, entre otras muchas cosas, de que fuera a presentarme en chanclas y pantalón corto (era verano) y consideró que esas no eran formas de vestir. Perdóneme excelencia. El ilustre personaje que, mostrando sus numerosos títulos académicos (entiendan mi ironía) se permitió el lujo de calificarnos como no profesionales (y no lo somos) y de considerar que nuestro tiempo en los medios era para dar “por culo”.

Pues bien, se le escapa al ilustre personaje que tras esas discrepancias personales, hay algún que otro tiempo dedicado a la investigación. Desde que llegó a esta ciudad, el club se empezó a ir a pique. No hace falta que cuente a usted, por qué no continuó en un equipo murciano con nombre de ave ¿verdad? No hace falta que le cuente algunos detalles mientras estaba de director deportivo en un equipo castellano manchego ¿verdad? No hace falta que tiremos de memoria y le recuerde algunas conversaciones con determinados jugadores (en cenas y comidas) donde les incitaba, de manera amigable como solo usted sabe hacerlo, a acabar con la figura de Jacobo Maestre cuando estaba en su primera etapa como entrenador en Puertollano, ¿verdad?

Ni hará falta que se aireen ciertos temas relacionados con el actual club que usted dijo defender sin contrato… hasta que curiosamente apareció asegurándose un buen futuro, ¿verdad? Como no hará falta que saquemos a la luz la decepción de muchos jugadores (para colmo “amigos” suyos) al sentirse engañados al leer unas declaraciones en las que reconoce no saber lo que le adeuda el club porque, cuando había dinero y lo necesitaba, lo cogía, ¿verdad? Porque para los ojos de todos, el ilustre personaje también estaba sin cobrar… Ni hace falta que saquemos sus “comentarios” sobre “cómo hacer la vida imposible a determinados medios de comunicación para que se enteren quién manda aquí”, ¿verdad?

Por tanto, y llegados a este punto, donde desde el club se le está buscando una salida negociada, (aunque no se la merece desde mi punto de vista), creo que debería abandonar el barco lo antes posible. Más que nada por una cuestión de dignidad. Estar en un sitio donde no se te quiere no debe ser nada cómodo. ¡Hombre!, siempre hay césped que cortar, y ropa que lavar, pero para eso ya hay gente más preparada que usted y sería una pena quitarle el trabajo a los “profesionales”. Pero creo que si le queda algo de dignidad, debe salir cuanto antes y haciendo el menor ruido posible, por el bien de todos y el suyo principalmente. ¡Leche! Al final no lo voy a querer tan mal, porque como ve, estoy pensando en su bien. Cuestión de dignidad…

"Tipos de despedida"

Siempre hemos dicho, y yo soy una de esas personas que lo ha repetido hasta la saciedad, que los presidentes, jugadores y entrenadores pasan, y que lo queda es el club. Por encima de todo afortunadamente.

Y dentro de ese grupo de jugadores, entrenadores y presidentes, siempre hay algunos que calan más, algunos que pasan de manera efímera por el club, y algunos que acaban siendo símbolos del club con el paso de los años. Lamentablemente, el fútbol no tiene memoria, por lo menos a corto plazo. Porque quiero pensar que en un futuro, habrá entrenadores con los que seremos más justos de lo que se ha sido (me refiero, por ejemplo, a Sánchez de la Nieta). Y habrá jugadores que tendrán su particular homenaje con el paso del tiempo y que creo que lo han merecido no solo por ser mejores o peores futbolistas, sino por lo que han significado para el club, para el vestuario, o para la afición (me refiero, por ejemplo, a Manolo o Richard).

Luego hay jugadores que pasan por el club sin pena ni gloria. Que llegan, aportan lo justo, se involucran lo justo, cobran hasta el último céntimo de euro (están en su derecho, eso no es criticable) y que no reciben ni una sola crítica a pesar de que, allá por donde van, no van precisamente hablando maravillas de nuestra ciudad ni de la afición. Incluso algún jugador que ha pasado por el club ha terminado diciendo: “joder, no tiene nada que ver con lo que habían contado. Aquí se está muy bien y la afición es la leche”. Llegan mal asesorados por esos jugadores que se marchan indemnes de Puertollano. Me refiero, por ejemplo, a Oscar Ventaja (y muchos más)

Y luego está ese grupo de jugadores que “calan” a pesar de estar dos o tres años nada más en el club (que tal y como está el fútbol hoy en día no está mal aguantar dos o tres temporadas en el mismo club). Me refiero, por poner el ejemplo más reciente a gente como Encinas, Valdés o Encinas…

Tres jugadores que han sido, y son, queridos por la afición. Del último nada les digo porque ya se le conoce. Su fuerte carácter y su competitividad le han hecho, en ocasiones, mandar un mensajito a la grada. Algo que, lógicamente, se le ha criticado pero que tiene todo el derecho de clemencia. Más que nada, porque una reacción de un segundo no puede empañar horas y días de implicación con una ciudad, un proyecto, un club y una afición. Si ustedes pudieran conocerle más y hubieran leído o escuchado sus declaraciones, sabrían que tanto él como su familia están de lujo en Puertollano. Que se sienten queridos y respetados. Y que pese a los problemas económicos que ha atravesado, ha tenido como primera opción, Puertollano.

También está Valdés. Ese jugador que ha luchado con el “8” a la espalda durante estos años y que ha sido querido, adorado y venerado por un gran sector de la afición. Y que a pesar de no ser un prodigio defendiendo y que en determinados partidos parecía como ausente, nos ha dado grandes tardes, goles importantes y ha conseguido ser el jugador más regular, para la mayoría, en estos últimos tiempos. A pesar de las lógicas discrepancias… porque nunca llueve a gusto de todos. Esta temporada vendrá a Puertollano defendiendo la camiseta del Jaén. A todos nos habría gustado verle con la camiseta de nuestro equipo, pero las diferencias económicas pesaron demasiado en las negociaciones. Volverá y será recibido como lo que ha sido para muchos, un héroe. Por cierto, al bueno de Valdés también se le fue una vez el dedo a la boca tras marcar un gol… y tuvo la mala suerte de ser pillado por una cámara, aunque la instantánea no fuera publicada. Una clara demostración de que todos cometemos errores pero se nos debe enjuiciar por el todo, no por una acción aislada.

Y finalizo con Calleja, con quien creo que se ha sido injusto en las críticas. No estaba yo en el momento en el que “presuntamente” dijo algunos “improperios” sobre la afición y la ciudad. Digo “presuntamente” porque, en principio, públicamente solo se conoció la versión de un directivo (con quien el portero tuvo sus más y sus menos por otros asuntos) a un compañero de los medios de comunicación. Yo luego hablé con Calleja. Y él me lo negó. Y luego se le pudo leer en un comunicado que mandó a todos los medios por igual. Cada uno que saque sus conclusiones. Pero yo, este caso, lo analizo igual que en el caso de Valdés. Calleja se merece algo más y mejor que salir de aquí por la puerta de atrás. Porque aunque me lo ha dicho mil veces, es una persona que estaba y está encantada con Puertollano, donde deja muchos amigos y con la que se sentía totalmente identificado. Si analizamos el tiempo que ha estado aquí, con sus aciertos, sus errores, sus paradas, su implicación, su capitanía… creo que se merece el título de persona “grata”.

Se le puede criticar que haya estado más o menos acertado como portero, incluso que los engaños anteriores a ex compañeros suyos le hiciera llegar a Puertollano con una máquina de contar billetes (porque Puertollano no es como otros lugares), pero no su implicación con la ciudad, el club y la ciudad. Eso no es criticable porque no se lo merece. Porque no sería justo. Al final, como Valdés, no renovó porque no llegó a un acuerdo con la nueva dirección deportiva, pero lo que no es justo es que se le acribillara a críticas destructivas como las que recibió. Por supuesto, lo mío es simplemente una opinión después de conocer ambas versiones y analizando al jugador por el tiempo, en conjunto, que ha estado en nuestra ciudad defendiendo, con exquisita profesionalidad, nuestros colores.

El comienzo del CD Puertollano

Tenía ganas de volver a escribir. Más bien de poder utilizar mi blog para publicar. Más que nada porque he escrito más de una opinión desde que la nueva junta directiva se hiciera con las riendas del club. Pero al final, no sé si por cobardía o por evitar males mayores nada más empezar el camino, no acabaron colgadas es este espacio personal que me deja Deportellano.

Sí. Había escrito por lo menos cuatro columnas de opinión, contando, desde mi humilde opinión, las muchísimas cosas buenas que se estaban y están haciendo y los pequeños (y pocos) errores que se están cometiendo, siempre enfocados desde la crítica constructiva para, entre todos, hacer más grande al recién creado CD Puertollano.

Han pasado ya muchos días desde que Fernando Sánchez Mora asumiera la presidencia de la entidad. Muchos. Demasiados como para no haber encontrado un hueco para reunirse con Carlos y conmigo y haber comentado ciertos asuntillos que aún están en el aire y que sería beneficioso y productivo para todas las partes comentar antes de comenzar una larga y dura temporada. Todavía estamos a la espera, y viendo que ahora Carlos está de vacaciones… creo que esa reunión nunca existirá. Allá cada cual. Por lo menos nuestra intención era, creo, buena y productiva para todas las partes.

Y advierto que no era una reunión de Deportellano como medio de comunicación, era una reunión de las personas que forman parte de este medio, para aclarar ciertas cuestiones que, como he dicho anteriormente, estaban y están, en el aire.

También parece que iba a existir una reunión del Departamento de Marketing y Comunicación con los distintos medios locales para sentar unas bases de funcionamiento de cara al presente y futuro. Algo que aún no se ha producido y que está haciendo que nada cambie en determinados aspectos y ante determinados medios y compañeros. Pero hay cosas a las que ya empiezo a estar acostumbrado y, como consecuencia, curado de espanto.

Creo que algún día, no sé si más tarde que pronto, se conocerá cómo se empezó a forjar el nuevo CD Puertollano. Desde el principio de los tiempos, que les aseguro que no fue cuestión de un día. El famoso grupo inversor, o llámese como quieran, hace ya bastante tiempo que hizo llegar su proyecto y su declaración de intenciones. Y con el paso del tiempo, conforme se acercaba el momento importante, se dieron los pasos (al final de manera precipitada por la dimisión de Navarro) para crear un proyecto de futuro que devuelva la ilusión a una afición históricamente futbolera que necesitaba un cambio de aires, y de imagen, para volver a mostrar su apoyo incondicional hacia el deporte rey.

Surgió entonces el nombre y figura de Fernando Sánchez Mora, al que hay que darle las gracias de manera sincera por aceptar un reto que no estaba precisamente en unas condiciones muy favorables para soñar con un futuro esperanzador. A él, como cabeza de turco, a los socios que en días demostraron un amor al club por encima de todas las cosas (el ritmo de renovaciones de socios ha sido espectacular) y a los cuatro empresarios que han aportado su granito de arena para que, llegado el momento importante del verano, los jugadores tuvieran su dinerito en el bolsillo y la entidad se quedara limpia de polvo y paja en cuanto a denuncias se refiere.

Cuatro empresarios que se empeñan en vivir en el anonimato, pero que merecen los mismos honores y palmaditas en la espalda que están recibiendo los miembros de la junta directiva y algún empresario, que sin haber puesto ni un solo euro, está quedando como el salvador del club. Así es que a esos cuatro empresarios o empresas que han aportando los 300.000 euros (dos empresarios aportaron 50.000 euros y otros dos 100.000 euros), GRACIAS.

Esa historia en la que se empezó a forjar el nuevo CD Puertollano, si me lo permiten ustedes y las altas instancias, merece la pena que acabe siendo contada… más que nada porque el verdadero dueño del club debe saber la verdad desde el principio de los tiempos. De momento, no estoy autorizado para contarla, porque además creo que es no me compete a mí hacerlo. Pero como pasa siempre, algún día se sabrán todos los detalles. Merecen la pena créanme…