sábado, 3 de julio de 2010

"Muchas explicaciones e ilusión intacta"

De nuevo me toca estar en la pomada. Por desgracia para mi persona, las vacaciones han llegado a su punto y final. Deportivamente hablando me fui con muchas dudas y grandes dosis de ilusión ante el nuevo proyecto, y tras mi regreso tras quince días de desconexión total me encuentro con pocas novedades y ningún cambio de interés, lo que me hace que al día de hoy tenga las mismas dudas, por no decir alguna más. Eso sí, la ilusión en el nuevo proyecto sigue estando intacta, a pesar del pesimismo que me he encontrado en algún sector de la afición.

Creo que no hay razón para ello. O al menos creo que hasta que no empiece la asamblea de socios, no hay razón para ello. Entre otras cosas porque hoy es el primer gran partido de la temporada para el nuevo equipo directivo. Toca, quizá muy a su pesar, dar muchas explicaciones. Demasiadas si me apuran. Más que nada porque la famosa “trasparencia” de la que se hablaba en la anterior “gestión intachable” tiene que salir, de una vez por todas, a la luz pública. Así lo deseo como socio del club. Y como yo, la totalidad de la masa social, verdadera dueña del club puertollanero.

Si el nuevo equipo directivo va con toda la verdad por delante, será el momento en el que algunos ganen en credibilidad y otros tengan que empezar a darse cuenta que las cosas no eran como se le estaban pintando. Al igual que habrá gente que, por mucho que les duela, habrán perdido mucha credibilidad para el que escribe.

Me consta que, durante mi corta ausencia, los rumores se han disparado con creces. Lógico y normal cuando la falta de información es la nota dominante en el entorno del club. Pero a diferencia de tiempos pasados, en esta ocasión es porque había pocas cosas definidas y han esperado al momento de la Asamblea para dejar claro a los socios tanto la situación actual del club (lamentable en el apartado económico gracias a la “intachable” gestión anterior) como la deportiva de cara a la temporada 2010/2011. El organigrama del club parece estar definido al 90% y el ritmo de trabajo en la sede del club parece frenético. Ahora toca dar explicaciones. Todas las que hagan falta. Por tanto, todo aquel que tenga intención de ir a la Asamblea, que vaya mentalizado a que será larga, que vaya con las dosis de paciencia intactas y que se prepare para lo peor en lo económico y para volver a ilusionarse con los nuevos cambios que le esperan al club que, por lo que puedo saber, suponen cambios relevantes a la vez que cuentan con un guiño al pasado que tanto sentimentalismo genera.

La Asamblea de Socios debe marcar un antes y un después en la historia del club. Debe marcar el cierre de una etapa que se ha empañado, y no se imaginan cuanto, en los dos últimos años, y el comienzo de una etapa donde, si se hacen las cosas con humildad y trabajo, se puede llegar lejos sin poner límites a los sueños. Todo basado en un proyecto compensado económica y deportivamente donde el socio conozca de verdad lo que significa la palabra “trasparencia”.

Lo único malo que le veo a este proyecto, al día de hoy, es que nos ha quedado como herencia “un peso pesado” del anterior equipo de trabajo. Antes de cerrarse el ciclo de José Antonio Navarro, se quedó firmado un contrato para la temporada que está por empezar… “por si acaso”. Es el último gol encajado por el club azul en la pasada campaña. Marcado por dos personas que se han cansado de decir “lo mucho que querían al club” y que “nunca harían nada que perjudicara a la UD Puertollano”. Impresionantes testimonios, llenos de sentimiento que encandilaron a unos pocos y que han fastidiado a muchos con el paso del tiempo. Esto… no ha hecho más que empezar.